Construida sobre 43 cerros, Valparaíso es una ciudad bohemia, vibrante y colorida, con murales por todas partes, que fascinan al visitante extranjero.
Ubicada entre el mar y las montañas, a 120 kilómetros de Santiago, Valparaíso es una ciudad cuyas casas suben a los cerros circundantes, cubriendo el paisaje de colinas y acantilados al borde del Océano Pacífico. Es el principal puerto de Chile y la sede de su poder legislativo, el Congreso.
Los ascensores
La ciudad puede describirse como un laberinto de calles empinadas y empedradas, que no plantea un problema importante, dada una infraestructura vial adecuada, con buenos servicios de transporte público, además de sus famosos funiculares, también conocidos como ascensores.
En el año 2003, el centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que decidió destacar varios aspectos excepcionales de Valparaíso, en particular su patrimonio industrial vivo, los ascensores, que son únicos en el mundo.
Los ascensores y funiculares de Valparaíso constituyen un sistema de transporte en funcionamiento. En 1883 se decidió crear un nuevo medio de transporte para facilitar la movilización de los habitantes de la ciudad, que día a día tenían que subir decenas de escalones para bajar o subir a sus respectivos trabajos y hogares. Se crearon alrededor de 30 ascensores de esta manera, y dispersos por toda la ciudad. Un total de 16 ascensores siguen activos hoy en día, todos ellos declarados Monumentos Históricos Nacionales, pero de este grupo sólo 7 están en funcionamiento.
Murales – todas las calles, un museo
Valparaíso también puede describirse como un museo al aire libre donde los edificios históricos y las viviendas de la arquitectura europea coexisten con innumerables murales. Artistas de todo tipo se reúnen en la ciudad, en un ambiente festivo que cautiva al visitante.
Los murales son uno de los rasgos distintivos de esta ciudad portuaria. En todas partes; paredes, fachadas y escaleras, esquinas y callejones, el visitante encontrará obras de arte callejero. Si lo desea, puede pintar uno, aunque se requiere un permiso municipal.
Tal es la relevancia y el carácter de los murales callejeros, que de hecho existe el Museo a Cielo Abierto de Valparaíso, en Bellavista. Uno de los atractivos más singulares de la ciudad, que consiste en un recorrido por los 20 cuadros más famosos.
Patrimonio arquitectónico
Vale la pena visitar la animada Plaza de Sotomayor, también conocida como Plaza Cívica, que marca el punto geográfico por el que el Pacífico entró en tierra hasta la construcción del muelle. En la plaza confluyen diferentes estilos arquitectónicos y edificios emblemáticos como la antigua Oficina de Correos o la que albergó la primera Bolsa de Comercio de Chile. También se encuentra el imponente monumento a los Héroes de Iquique, una batalla naval, y el muelle Prat en el borde costero.
Cerros con innumerables historias
Los cerros Alegre y Concepción son los más visitados por su atractivo visual y por los museos y el patrimonio cultural que albergan. También hay galerías de arte, iglesias, plazas, tiendas y joyerías artesanales donde el cobre, la plata y el oro son la materia prima de los diseños originales.
En las colinas también hay mansiones señoriales, como el Palacio Astoreca, ahora un hotel de lujo, y el Museo Baburizza, una mansión art decó fácilmente reconocible por su techo verde y que hoy en día alberga una importante colección de arte.
A un costado del Cerro Concepción se encuentra el peculiar Hotel Brighton, uno de los más antiguos y tradicionales de la ciudad, reconocible por su arquitectura colonial con fachada naranja y su distintivo techo verde.
En el Cerro Bellavista se encuentra La Sebastiana, una de las casas del poeta Pablo Neruda, hoy museo que ofrece magníficas vistas sobre el Pacífico.
Gastronomía
Valparaíso también es conocido por su gran variedad gastronómica. En sus cerros hay muchos restaurantes y cafés, algunos con música en vivo.
Siendo un puerto marítimo, en Valparaíso el visitante encontrará una gran variedad de pescados y mariscos. El caldillo de congrio (sopa de bacalao, a la que Pablo Neruda incluso dedicó una oda), las machas a la parmesana (almejas con queso fundido), las empanadas de camarón y las ostiones al pil pil (vieiras con ajo y chile), son algunos de los platos más característicos, no sólo de la ciudad, sino de todo el país.
Entonces, ¿por qué “Joya del Pacífico”?
“La Joya del Pacífico” es un vals popular compuesto por los chilenos Víctor Acosta y Lázaro Salgado. Se ha convertido en una expresión antonómica para esta ciudad. Fue grabado en 1966 por el cantante local Jorge Farías, quien luego lo popularizó por todos los cerros de Valparaíso, convirtiéndolo en un ícono de sus habitantes.
Recomiendo este excelente artículo sobre Valparaíso publicado por The Guardian. “Imagínate un mini Berlín junto al mar”…. bueno, eso dice mucho.
Te invitamos a visitar Valparaíso con Cycly. Ciertamente, la forma y el relieve de la ciudad aconsejan aparcar las bicicletas este día y explorarla a pie. De todas formas, harás ejercicio, ¡lo prometo!